Blog creat encara no sé ben bé perquè... L'únic que puc dir de moment és que el kirsch és un licor que s'obté a partir de la destil·lació del suc fermentat de les cireres. En un futur, i amb una mica de sort, potser entendrem on ens porten aquests núvols estranys que ens envolten!
30 diciembre, 2009
Paraules
21 noviembre, 2009
Mirades des del balcó
31 octubre, 2009
¡BRAVO!
09 septiembre, 2009
Fenòmen estrany
De tant en tant m’aturo, al mig del carrer, del passadís de casa, m’aturo en sec allà on estigui en aquell moment i ho noto. Sento com alguna cosa se m’escapa, com alguna cosa ha passat, a velocitat supersònica i ultrasilenciosa, molt a prop meu i s’allunya de la mateixa manera que ha arribat.
No sé quina forma té, ni quin color, tampoc sé si fa alguna olor, si pensa, si sent, ni tan sols tinc cap manera de saber si és real... però jo sento com passa a través del meu cos sense demanar permís i s’escapa despertant un sentiment d’impotència i de finitud.
De tant en tant es creua en el meu camí i jo no tinc manera de capturar-lo, no tinc manera de saber quan tornarà a aparèixer, la única cosa que sé és que en qualsevol moment tornarà i jo no hi podré fer res, tan sols aturar-me i sentir com s’allunya.
31 julio, 2009
La tienda de la verdad
18 junio, 2009
Elogio de la lentitud
Una tarde bruñida por el sol de verano de
Avancemos velozmente quince años, y todo ha cambiado. El escenario es ahora el ajetreado aeropuerto romano de Fiumicino, yo soy un corresponsal de prensa extranjero que se apresura a tomar el vuelo de regreso a Londres. En vez de dar puntapiés a los guijarros y sentirme eufórico, camino a grandes zancadas por la sala del aeropuerto, maldiciendo en silencio a toda persona que se cruza en mi camino a un ritmo más lento. En vez de escuchar música popular con un walkman barato, hablo por el móvil con un director de periódico que se encuentra a miles de kilómetros de distancia.
En la puerta me coloco al final de una larga cola, en la que no hay nada que hacer más que esperar. Soy el único incapaz de estar mano sobre mano. Hacer que la espera sea más productiva parece que sea menos espera, así que me pongo a hojear un periódico. Y es entonces cuando tropiezo con el artículo que acabará por inspirarme para escribir un libro acerca de la lentitud.
He aquí el titular que me llama la atención: “El cuento para antes de ir a dormir que sólo dura un minuto”. A fin de ayudar a los padres que han de ocuparse de sus pequeños consumidores de tiempo, varios autores han condensado cuentos de hadas clásicos en fragmentos sonoros de sesenta segundos. Hans Christian Andersen comprimido en un resumen para ejecutivos. Mi primer reflejo es gritar ¡eureka! Por entonces estoy trabado en un tira y afloja con mi hijo de dos años, a quien le gustan los relatos largos leídos despacio y con muchas digresiones. Pero todas las noches procuro echar mano de los cuentos más cortos y se los leo con rapidez. A menudo nos peleamos: “Vas demasiado rápido”, se queja. O, cuando me dirijo a la puerta: “¡Quiero otro cuento!”. En parte me siento atrozmente egoísta cuando acelero el ritual a la hora de acostarse el pequeño, pero por otra parte no puedo resistirme al impulso de apresurarme para hacer el resto de las cosas que figuran en mi agenda: la cena, el correo electrónico, leer, revisar facturas, trabajar, las noticias de la televisión… dar un paseo largo y lánguido por el mundo del doctor Seuss no es una opción factible. Es demasiado largo.
Así pues, a primera vista, la serie de cuentos para antes de ir a dormir reducidos a un minuto parece demasiado buena para ser cierta. Sueltas de carrerilla seis o siete “cuentos” y terminas antes de que hayan pasado diez minutos: ¿podría haber algo mejor? Entonces, cuando empiezo a preguntarme con qué rapidez Amazon podrá enviarme toda la serie, aparece la redención en forma de interrogante: ¿acaso me he vuelto loco de remate? Mientras la cola ante la puerta de embarque serpentea hacia la última comprobación del billete, doblo el periódico y me pongo a pensar. Mi vida entera se ha convertido en un ejercicio de apresuramiento, mi objetivo es embutir el mayor número de cosas posibles por hora. Soy Scrooge con un cronómetro, obsesionado por ahorrar hasta la última partícula de tiempo, un minuto aquí, unos pocos segundos allá… Y no se trata sólo de mí. Todas las personas que me rodean, los colegas, los amigos, la familia, están atrapados en el mismo vórtice.
Carl Honoré, Elogio de la lentitud. Un movimiento mundial desafía el culto a la velocidad.
14 abril, 2009
Les ombres de Plató
Ara, a principis del segle XXI, molts de nosaltres vivim deslliurats d’algunes de les cadenes del passat. En canvi, d’altres, hi continuem tan fermament lligats que ni tan sols ens n’adonem. I, en tercer lloc, hi ha molts àmbits en els quals hem perdut tants referents històrics i ideològics que ja no tenim cap temptació de deixar-nos rodolar pels suaus pendents de la llibertat. D’una manera o altra, tots som lliures, esclaus i inconscients. De fet, el més important és saber en quins àmbits exercim amb llibertat, en quins estem condemnats a l’esclavatge i en quins ens sentim satisfets de la nostra còmoda ignorància.
Article publicat amb Oriol Junqueras Vies el 24 de desembre de 2008 al in.directe.cat/
29 marzo, 2009
Remolins de realitat inventada
19 marzo, 2009
La primavera
Per a mi aquest canvi comença ara, a la primavera, quan els arbres surten de la seva llarga hibernació i les flors comencen a treure el cap. Però no només són els arbres els que es desperten, les persones també ho fan. Després de llargs mesos de fred, vent i pluja comença el bon temps i la nostra actitud cap a la vida canvia. La majoria de persones troba l’alegria que havia perdut en algun dia gris del mes de desembre i comencen a somriure, a enamorar-se, a gaudir del plaer de viure pel simple fet d’estar aquí i poder respirar sota aquest sol que ha fet que ens puguem despertar. Si encara no ho heu notat no passa res, pareu un moment i observeu al vostre voltant, segur que després d’una estona ho veieu, i si seguiu sense veure-ho tampoc no passa res, és qüestió d’insistir!
És per això que avui comencen els meus bons propòsits, si senyor! Però m’agradaria ser realista i em limitaré només a un: deixar de fumar... Així que ara mateix llençaré els paquets de tabac, els encenedors i els cendrers i només guardaré un paquet de tabac per tenir-lo ben a la vista, per tenir present que vull deixar de fumar perquè és dolent i no perquè no tinc què fumar.
D’aquesta manera comença el dia 1!!!
13 marzo, 2009
Capítulo 1: El senyor Miguel
A sus 55 años su piel ya había empezado a perder la elasticidad. El primer signo incuestionable de que esto estaba sucediendo se dio entre la barbilla y el cuello, lugar en el que la piel cedió a la gravedad terrestre. Pero la falta de amoldamiento de su corteza humana no se limitó solo a ésta zona de su cuerpo. Sus brazos parecían estar consumiéndose desde dentro, igual que sus piernas, haciendo que el traje natural del señor Miguel fuera demasiado grande para su cuerpo interior, como si el adhesivo natural que une la piel al músculo se debilitara, como si la atracción molecular entre los distintos elementos desapareciera de un modo casi imperceptible pero evidente. Aparte de la falta de elasticidad su pellejo se fue suavizando, como las mejillas de un recién nacido, haciéndose cada vez más fino y emblanquecido año tras año.
A sus 60 años su cabello ya era de un blanco intenso. Hacía tiempo que éste había perdido su color natural, y aunque tampoco ocurrió de un día para otro, el proceso fue rápido, como si hubiera envejecido de golpe. En cuestión de meses ese negro azabache que siempre lo había caracterizado empezó a volverse gris, comenzando por la nuca y avanzando, poco a poco y día tras día, hasta llegar a las cejas. Éste fue el primer síntoma evidente, para él y para todos aquellos que lo rodeaban, de que ya se estaba haciendo mayor, hasta que llegó el segundo síntoma manifiesto y que acabó de identificar al señor Miguel como una persona de la tercera edad.
A sus 70 años sus huesos y sus músculos habían empezado a debilitarse notablemente. El señor Miguel ya no podía salir a pasear durante horas por el pueblo o por el bosque sin la ayuda de su bastón. Sus piernas ya no aguantaban su peso durante mucho rato, se cansaba y hasta le faltaba el aliento, su respiración era ronca y a veces necesitaba oxígeno embotellado, y si esto le hubiera ocurrido en mitad de uno de sus paseos no habría habido nadie para socorrerle. Así que tuvo que acortar de manera considerable sus caminatas y también tuvo que evitar quedarse solo, ya fuera por el bosque, por el pueblo e incluso por su casa. Los músculos del señor Miguel se debilitaban día tras día, semana tras semana, mes tras mes. Llegó un momento en el que hasta se cansaba al hablar, al respirar, al tragar, al pestañear…
A sus 80 años sus ojos y sus oídos dejaron de cumplir con su función. Su mujer, aunque fuera diez años más joven que él, no podía ayudarle, sus huesos y sus músculos habían empezado a debilitarse considerablemente, y su marido necesitaba a una persona joven y fuerte las veinticuatro horas del día para comer, asearse, hacer un poco de ejercicio, etc.
El señor Miguel, aunque era el testigo más directo de esta transformación, no quiso aceptarla. No soportaba la idea de que su vida ya llegaba a su fin, que ya estaba en la recta final y que cada día que pasaba era un día regalado, un día de propina en su vida. Esto le agrió el carácter, ya no sonreía, hacía mucho tiempo que lo único que hacía era gruñir a quien se le acercara, hasta el día en que conoció a Estrella. Aquella tarde de verano algo dentro del señor Miguel empezó a cambiar para siempre.
06 marzo, 2009
Trucada mortal?
Quan va ser capaç de posar-se dreta va pujar amb molta cautela fins el seu apartament, va anar directa cap el telèfon i va despenjar l’auricular.
08 febrero, 2009
Un somni inoblidable
Estic en un bosc, sola. Es fa de nit ràpidament.
La neu m’envolta i s’acumula a mesura que cau del cel. Haig de sortir d’aquí! Haig de trobar un refugi, però no sé on anar, no conec aquest lloc. Camino i camino mentre la nit es va fent més i més fosca. Cada vegada hi ha més i més neu al meu voltant... quasi no puc caminar.
De sobte s’acaben els arbres i veig un fanal. Llum! Al costat una casa. Tancada... Només penso en arribar sota la llum, però la neu no m’ajuda i m’enfonso una vegada rere l’altra. A cada passa el fred es fa més intens, però ja queda poc, unes passes més... arribo. I ara què? Miro al meu voltant. Obscuritat total. Quan em començo a desesperar apareix un home. Porta un abric negre i un barret de copa. Se m'acosta i somriu. A ell la neu no l'afecta.
Somriu i m'agafa en els seus braços. Ja no tinc fred. Somriu i em fa un petó mentre ens elevem cap el cel. Ja no sento res més, només el contacte dels nostres llavis.
No entenc què passa. Qui és aquest desconegut que m'ha vingut a salvar? Em separo uns centímetres i el miro als ulls. El miro als ulls i el descobreixo. Uns ulls verds em miren, brillen, il·luminen de tal manera que tot el que ens envolta es torna llum. No ens havíem vist mai, però jo sé qui és, ell sap qui sóc. Som els desconeguts que es retroben...
Ens mirem als ulls mentre tornem a la realitat, mentre tornem a tocar de peus a terra. Miro al meu voltant i tot ha canviat. Ja no estem sota la neu, estem dins la casa que hi havia al costat de la farola. Una llar de foc escalfa i il·lumina l’estança. La foscor no existeix.
L'home dels ulls verds em deixa a terra. Miro cap a l'esquerra, el foc crema. Torno a girar el cap però Ell ha desaparegut, ja no hi és. El foc s'apaga i torna la foscor... al menys aquesta vegada els rajos de lluna plena entren per la finestra. A fora tot segueix nevat.
Torna l'angoixa. Perquè m'abandona? El busco per tots els racons. No el trobo. M'assec al peu d'una escala. Comencen a aparèixer les primeres llàgrimes. Perquè m'abandona? De sobte Ell apareix per una de les portes. Torna la llum. Torna l'alegria. Ara les llàgrimes són de felicitat. Corro cap a ell, salto als seus braços. Torno a mirar els seus ulls verds. El miro i ens tornem a elevar cap el cel. Ara sóc jo qui li fa un petó. Mala idea. La màgia es trenca. Caïc. Jo estic fora, ell a dins i la porta està tancada amb clau...
Reclamo entrar, demano a crits poder entrar una altra vegada. Sé que ell m'escolta, sé que està de l'altra banda de la porta, però no pot fer-hi res... una llàgrima regalima per la seva galta. Però jo segueixo insistint. Dono cops de peu, de puny, crido amb totes les meves forces... "No pot ser" em diu, "no pot ser". No deixa de repetir que no pot ser...
Què puc fer...? Què haig de fer...? Miro al meu darrere. Un camí s'eleva per un turonet, de l'altra banda hi ha llum, molta llum.
M'allunyo de la casa. Aquest és el meu camí? No pot ser! Jo em vull quedar amb Ell! Torno cap a la casa. Torno a cridar. Cops de peu, de puny, torno a plorar, torno a cridar... fins que em calmo i entenc que no hi ha res a fer. M'assec a les escales del porxo. Sento veus. Són les veus dels esperits. "No et passarà res" em diuen mentre volen per sobre del meu cap, "tot anirà bé".
M'aixeco, miro la casa i reclamo poder entrar per última vegada. La mateixa resposta, "no pot ser...". Aquestes paraules ressonen dins el meu cap i es barregen amb les dels esperits. Aleshores faig mitja volta. Començo a recórrer el meu camí mentre maleeixo a l'home dels ulls verds. M'apropo a la llum mentre els esperits volen al meu voltant. I com més m'apropo més sento la seva presència, és Ell! Està de l'altra banda! Camino el més ràpid que puc, i quan estic a punt d'arribar al cim...
Em desperto. Tinc 12 anys.